La ocasión se acabó presentando, y la excusa era perfecta: Confeccionar un regalo de cumpleaños especial para la señorita Taqwa. A Taqwa la conozco desde que éramos dos micas y nos peleábamos por el parking de juguete. Durante todos estos años no me ha hecho una recomendación de libros, series, o cualquier otra cosa similar que fuera mala. De hecho, fue quien me habló por primera vez de Doctor Who.
Su taza-regalo, pues, no podría ser diferente:
La taza la pinté con mis dos rotuladores porcelánicos, el negro y el plata. Para transferir los dibujos utilicé la técnica del papel de calco casero de toda la vida (ver foto 4 en el mosaico). Pintar una superficie relativamente grande con el rotulador no fue sencillo. En la foto no se aprecia, pero si te fijas, se ven los churretoncillos en la masa negra de la TARDIS. Habría venido mejor el rotulador de punta algo más gorda, pero es lo que hay!
En cuanto a los dibujos de la taza, eso que parecen garabatillos es «Antiguo Alto Galifréyico» o como demonios se escriba en castellano Old High Gallifreyan. En teoría, es el idioma de los Señores del Tiempo (la especie del Doctor, unos señores y señoras muy raros con dos corazones y poderes de regeneración que ya le gustaría a Lobezno).
El mensaje que aparece se lo deja River Song (uno de los personajes que han sido recurrentes durante un buen tiempo) al Doctor grabado en un cubo, y en teoría pone una frase característica del personaje: «Hello Sweetie» y unas coordenadas temporales.
En la otra cara de la taza aparece la inconfundible silueta de la TARDIS (Time And Relative Dimension In Space).
Por lo demás, a la destinataria de la taza le gustó mucho, y ya le ha dado buen uso, por lo que me alegro un montón :)
Además de aprender cómo se encuaderna de esta manera, Choni nos enseñó algunos trucos, como qué encolar primero cuando vas a pegar el papel/tela de encuadernar al cartón de la tapa (resultó que si el papel aguanta, mejor el papel), cómo hacer que las esquinas queden bonicas y qué tipo de hilos y materiales utilizar.
Durante la sesión tomé varias notas en una libretita muy mona de Estudio Ductus.
Y resulta que la libretita la he perdido. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!
Así que ya me teníais ayer dándole vueltas al cuaderno que hicimos durante el taller para intentar recordar todos los pasos. He de decir que me atasqué bastante en el entrelazado de las tapas con el lomo, pero menos mal que Internet tiene muchos recursos y encontré este Tutorial de Reino Artesanal sobre Encuadernación Belga, que si bien hace algunas cosas un pelín diferentes (y pone palabras que no entiendo… ¿Qué leches es verjurado? Gracias diccionario…) en esencia es lo mismo y me sirvió para desatascar el bloqueo y poder continuar con bastante éxito. Es una encuadernación muy agradecida y muy fácil, tanto como resultona.
Ya me perdonarán los señores de A Loja do Gato Preto por haber mutilado una de sus preciosas bolsas de papel, pero me pareció que la bolsa iba a ser un material perfecto para hacer las tapas y el lomo de la nueva libreta.
Gato VS Verde
Hablando de mutilar bolsas, la parte interior de las tapas la cubrí con otra bolsa de papel, esta vez la que me dieron en El Armadillo Ilustrado un día que pasé por allí y compré… otra bolsa!! (dios mío, parezco la loca de las bolsas…)
A lo que iba, la libreta y sus materiales. Para la parte de atrás utilicé un papel negro artesanal de Piedra Papel y Tijera. Es una pasada ese papel… tiene una textura muy natural y muy firme, pero se pega perfectamente y deja a las tapas un tacto muy agradable.
Se puede apreciar el rugosillo del papel artesanal de algodón
En cuanto al hilo, para las páginas interiores enceré con una vela hilo blanco de algodón 100%, con lo que ahora el lomo huele un poquito a manzana. No es la cera perfecta para esto, pero no había nada mejor a mano. La cubierta está cosida con un hilo marrón oscuro de algodón encerado (este ya venía encerado de serie). Me gusta mucho cómo se ve este color con los demás, porque se diferencia del resto sin resultar cantoso. Lo que ya no sé cómo aguantará el cuaderno en general el paso del tiempo, porque el hilo de algodón encerado de las tapas no es que sea «Jaicualiti» ni nada (viene de China)…
Y eso es todo sobre las dispersiones de este fin de semana!
La semana que viene vuelvo a tener jornada reducida, como en verano. A ver si me da tiempo a coger los rotuladores porcelánicos y hacer algo un poco «espacial» (yo me entiendo)…
Ya he tenido unas cuantas ocasiones de enredar con los shrinkles, y parece que la cosa mejora en cada intento. Eso sí, parece imposible que algo que era inicialmente redondo vuelva a ser perfectamente redondo una vez encogido…
Rabadon’s Deathcap, quien sepa qué es ésto que se apunte un minipunto
Lo que veis arriba es una diminutez de Rabadon’s deathcap que pinté con paciencia, maderas y la compañía de mi sobrina durante las vacaciones. Fue el primer intento con maderas y hay que decir que queda bastante bien.
Pendientes actuales y los que se quedaron por el camino
Cuando volví a casa, decidí probar con el shrinkles negro y el rotulador posca blanco. Me volví a topar con los círculos-que-no-son-círculos, pero la prueba alargada salió bien y ahora la llevo de pendientes (los ganchitos son de plata). Al ser un plástico muy ligero parece que no llevas nada. De esto habrá más versiones en las siguientes pruebas, me ha gustado el invento.
Por último, una versión 2.0 de la chapa de Fiora. Si la anterior salió alargada por los lados, esta salió ahuevada. Los posca se notan, son mucho más cómodos que los permanentes de Cds que venía usando hasta ahora. Con ellos es mucho más sencillo dibujar las letras que antes. La tinta no se expande por la fibra (es como pintura) y se adhiere mucho mejor.
Conclusiones de las pruebas con Shrinkles:
La pistola de calor funciona muy bien para piezas pequeñas. Se calienta en un momento. Ojo: no olvidar el papel de horno bajo la pieza, que si no se pega!!! Hay que moverla constantemente para que el calor se reparta.
NO PARARÉ HASTA CONSEGUIR REDUCIR BIEN LOS CÍRCULOS \(¬_¬)/
Los posca PC1MR merecen MUCHO la pena!! Sirven para todo!!
Añado oficialmente a la lista de técnicas dispersas el Kumihimo. El otro día @Idranil me dijo: «He encontrado en Internet una cosa chulísima, un tutorial para hacer pulseras con cola de ratón, y quedan muy bonitas»…
Quién me iba a decir en ese momento que se acababa de destapar la Caja de Pandora de los cordones, abalorios y fornituras. El resto de esa tarde lo pasamos pateando Vilanova en busca de materiales (y algún día posterior también, esa calle de la Boquería… xD). Y los encontramos, vaya que sí…
El tutorial en cuestión que vimos (lo siento, pero es un vídeo de youtube que da una miajica de vergüenza ajena, así que no lo repetiré aquí…) enseñaba cómo hacer el ejemplo más básico de todos. Podría asemejarse al nivel de hacer la O con un canuto. Así que aquí voy a reproducir un ejemplo un pelín más avanzado que hicimos después, pero que ya es una de las formas básicas del kumihimo: El cordón básico de ocho cabos.
Pero primero vamos a ver un poco de dónde viene esta técnica. Kumihimo significa básicamente «cordones trenzados». Empezó (en Japón, con este nombre) como un tejido hecho con los dedos, y luego se idearon telares más rápidos para conseguir mayor longitud de cordón trenzado en menor tiempo. Uno de estos telares sería el Marudai (sin muescas ni nada, omg!). El kumihimo se usaba, además de para adornar, para atar las piezas de las armaduras de los samuráis. Actualmente se puede ver en los kimonos, como adorno del cinturón y en multitud de sitios en forma de pulseras y collares.
Discos de Kumikimo de Noventa Céntimos Cada Uno
En el mundo de las manualidades es una de las modas que van y vienen. Varias tiendas han diseñado sus telares portátiles de espuma, y los venden a precios que oscilan ente los 5, 8 y muchos dólares.
También se comercializan telares Marudai, pero eso ya es una pequeña locura difícil de conseguir… y a no ser que te dediques profesionalmente a hacer cordones, no merece la pena.
Pero bueno, tuvimos la suerte que en el Bazar Chino de la Esquina (y en el de La Otra Esquina) tuvieran discos de éstos. En realidad se pueden hacer con cartón, pero esto es mucho más cómodo y ya está hecho :)
Con los discos y un buen montón de cordón de cola de ratón para empezar, nos pusimos a hacer pruebas.
El cordón básico de ocho cabos
El kumihimo es curioso: hay una forma de tejer los hilos base, y luego dependiendo del dibujo que quieras hacer, los colocas en un orden u otro. Aquí se pueden probar y simular diferentes diseños. El que voy a mostraros es el que aparece en el primer enlace:
Craft Design Online (aquí se puede personalizar el número de cabos, y hay mucha información)
Paso 1: Colocación de los cabos
Elegir la longitud de los cordones no es algo fácil, hay que entrenar el ojímetro. Por ejemplo, en el cordón que os muestraré al final he usado 42cm de largo para cada cabo, y me ha salido un cordón de 19cm. En la longitud final también influye el peso que tira hacia abajo del cordón (un contrapeso donde se anudan todos los cabos juntos para que el tejido quede tirante. (Aquí podéis ver la colocación del peso y el disco).
La técnica del kumihimo es muy versátil: se puede usar cualquier material lo suficientemente maleable como para que te permita hacer nudos. Se ven cosas la mar de originales por ahí.
Nosotros colocaremos los colores (Plata, Negro y Rojo, diseño elegido por el señor @Pryrios) de este modo:
No pongo los números porque en realidad da igual, lo que importa es la posición relativa de los cabos
Paso 2: Movimientos sepsys!
(1) Lo primero que haremos será coger el cabo de abajo a la izquierda y moverlo a la izquierda del cabo de arriba a la izquierda.
(2) Del mismo modo, movemos el cabo de arriba a la derecha a la derecha del cabo de abajo.
En gris, dónde estaba el cabo antes. La flecha indica el sentido del movimiento. Más clarinete imposible, no?
Ahora nos toca hacer algo parecido con los cabos de los laterales (plateados en este caso):
(3) El cabo de arriba a la izquierda pasa arriba a la derecha.
(4) El cabo de abajo a la derecha pasa abajo a la izquierda.
El segundo movimiento
Y lo siguiente? Repetimos hasta la saciedad! (o hasta que se acabe el cordón)
Algunos consejillos
El tema de colgar un peso es importante, le da mucha más firmeza y uniformidad al cordón. No tiene por qué ser algo específico, yo he usado un taladro de papel de estos típicos de dos agujeros…
Si hay que dejar el cordón a medias, lo mejor es dejar los cabos en una posición en la que sea sencillo retomarlo. Por ejemplo después del paso (1).
Es mejor hacer longitud de más y luego cortar lo necesario eligiendo el trozo del cordón que se vea mejor (al estar hecho a mano es inevitable que salga un poco gibado por algún sitio.
A la hora de cortar los cordones, antes de cortarlos hay que asegurar el extremo atando y/o cosiendo con aguja e hilo. Si no es muy probable que todo tu esfuerzo se deshaga ante tus ojos a velocidad absurda. Quemar los extremos de los cordones con un mechero (si es cola de ratón) ayuda bastante a que no se deshilache por el camino.
Y no se me ocurre nada más que contar sobre esto, así que os invito a que probéis e investiguéis por los Internets que hay material a patadas.
Os dejo con otro cordón diferente, es el plano básico, que si queréis os mostraré otro día :3.
Shrinkles, Shrinky Dinks, Magic Plastic… Varios nombres para un invento «mu tonto» pero muy curioso: Unas hojas de plástico sobre las que se puede dibujar/imprimir, recortar, y reducir al horno para convertirse en un objeto plano de plástico duro.
En este vídeo podéis ver el proceso. Aquí usan polvos de embossing, pero el plástico la mayoría de las veces tiene una cara áspera sobre la que se puede pintar con rotuladores permanentes, lápices de madera, tintas permanentes, imprimir con impresoras de inyección de tinta…
En una de mis incursiones a Larraz, me compré un par de paquetillos de Shrinkles, y hace un par de días me decidí a probarlos.
La Prueba
Ésto son ensayos de chapitas para la perrica, y un par de churros random para probar hasta qué tamaño es viable hacer esto.
Partía con la hipótesis de que este plástico se encogía a la mitad una vez reducido. Tras un par de minutos en el horno a 175º…
Los churros se han quedado tan enanos que no los encuentro en la caja donde los metí, así que empezamos bien xD. El tamaño es más bien un tercio del original y las chapas no se han quedado planas del todo, hacen como ondas, seguramente porque el calor no les llegó del todo bien. Las tintas de los rotuladores permanentes han quedado mejor de lo que esperaba, aunque con tres colores no hago mucho.
Conclusiones de la prueba con Shrinkles:
Es rápido y resultón. Voy a hacer más pijadas con este material, seguro.
El material se puede recalentar tantas veces como haga falta, así que hipotéticamente aplicando un poco de calor y chafando podría lograr que quedaran bien planas. Para eso iría mejor una pistola de calor para embossing, que ahora mismo está en busca y captura. Estas pruebas las he hecho con el horno (el microondas en modo convección, para no liar demasiado calor).
Los rotuladores normales se corren muchísimo, incluso cuando has reducido el plástico se siguen desprendiendo. Mejor usar o lápices de madera o rotuladores permanentes de colores. La primera opción es obviamente más barata. De cualquier modo, seguramente sea recomendable barnizar la parte que tiene la pintura con algún tipo de barniz en spray para evitar que se vaya perdiendo con el tiempo.
Para perforar el plástico (siempre antes de reducirlo, que si no haría falta un taladro… el material queda realmente duro) vienen bien los típicos perforadores de hacer agujeros en papel. Yo no tenía aquí y usé el punzón, cargándome una de las pruebas porque el plástico se rasgó. Así que mejor con perforador, mucho mejor.
A la hora de hacer el dibujo, es mejor hacerlo por la cara rugosa y espejado (es decir, el diseño a revés de cómo quieres que se vea), para que cuando reduzca el dibujo se vea a través de la cara transparente del plástico.
Tengo pendiente probar con impresión. Seguro que se pueden hacer cosas bien chulas, aunque trazar a mano tiene su encanto. Nota mental: Atenuar los colores, al reducir se intensifican muchísimo.
Seguiremos informando!
P.D.: otra prueba más, un poco ahuevada también pero funcional
Esta tarde he vuelto a tener un rato para enredar con la Caja de Luz. He vuelto a montar el chiringuito de caja-lámparas-fondo, he agarrado mi colección de washi tape, y me he puesto a hacer pruebas con el Vignette sin filtros.
Tras dos pasadas a todas las cintas y varias pruebas con diferente sensibilidad, balance de blancos e incluso exposición, he llegado a la conclusión de que o bien me falta luz (tendré que probar con bombillas más potentes, hasta 40W tengo algo de margen en las de bajo consumo, o incluso conseguir colocar el tercer punto de luz) o, lo que es más probable, la cámara de mi móvil no es suficiente para ésto.
La cosa es que no hay manera de hacer desaparecer las puñeteras manchas/sombras azules que se han adueñado de mis fotos. Y sí, podría poner uno de los filtros que probé el otro día, pero me distorsionan los colores y eso no me gusta. Para este tipo de fotos me gustaría que los colores fueran lo más cercanos a la realidad posible.
Así que ya sabes, Zalagath, el próximo día que pase por allí te secuestro un poco la super-cámara tan maja que tienes :)
Ya que estaba con el invento, he desempolvado el Photoshop para ver si con él podía arreglar algo de una manera rápida e indolora (ja!). Algo sí se arregla, pero es bastante tedioso estar con los niveles y las curvas arriba y abajo. Un par de ejemplos rollo antes-después:
En este he conseguido un resultado bastante bueno, aunque he perdido definición en la parte más blanca de la cinta.Esta ha sido un jodido horror. O quedaba todo muy azul, o todo muy rojo (como al final). No ha habido manera, a nada que tocaba se iba el amarillo a tomar viento T_T
El que me hiciera con una caja de luz para que mis cutre fotos de las dispersiones fuesen un poco menos cutres era cuestión de tiempo. ¿Qué mejor manera de hacerse con una que convertirla en una dispersión en sí misma?
Aunque he estado tentada de correr al Ikea a por unas cajitas SKUBB (aunque no descarto hacerlo en un futuro), Pryrios ha estado muy acertado al decirme «¿Pero lo divertido no es hacerla?» Y como muchas veces, tiene más razón que un santo.
Así que, después de ver por Internet cuatrocientas maneras diferentes de hacerla, a cada cual más raruna, me he liado la manta a la cabeza y he cogido una de las cajas de la mudanza, que ya estaba un poco tocada…
Qué apropiada la caja de Aragonesa de Reproducciones Gráficas xD
Colocamos la caja con el lado largo sobre la mesa (no es una caja cuadrada sino rectangular) y dibujamos en las caras izquierda, derecha y superior, un marco de 3cm por cada lado (o menos, o más, dependiendo de tu caja y lo que aguante)
Después, como me parecía demasiado profunda, he cortado la boca de la caja hasta que su profundidad era de 30cm (tampoco quiero un mostrenco caja, me tiene que caber en la estantería…)
Una vez abiertas las ventanas, hay que cubrirlas con algún material que difumine la luz. Aviso: a no ser que tengáis unas luces muy fuertes, el papel blanco de horno no sirve (pero casi), ya ni hablemos de los folios… En mi caso, de todas las opciones que he visto, me ha convencido más el papel vegetal.
La caja por fueraLa caja por dentro
Una hoja de papel vegetal no me daba para cubrir la parte superior, así que he empalmado dos trozos con celo translúcido. Realmente no se nota cuando la luz pasa, no hace sombra ni nada. Lo pegamos todo con celo o cinta de embalar, lo que más nos guste. Si te sientes artista hasta un poco de washi tape para poner monas esas esquinas… xD.
¡La caja de luz ya está hecha! Pero ahora sólo es una caja… sin luz. Necesitamos unas lámparas para iluminar las ventanas (2 o 3 lámparas, dependiendo de lo fuertes que sean o si queremos una luz más tenue o más intensa, alguna sombra o prácticamente ninguna). Los flexos típicos de escritorio suelen servir. La idea es poner una lámpara en cada ventana, bien enfocada para que capte y difumine la mayor cantidad de luz posible.
Como flexo sólo tengo uno, me he acercado al bazar chino del barrio a ver si había alguna lámpara de pinza que me sirviera. He tenido suerte, había un par de ellas a siete euros. También he cogido las bombillas más fuertes que he encontrado. Un par de bajo consumo, 13W y dan una luz pasable, equivalente a unos 60W de bombilla normal. La lámpara aguanta hasta 50W, así que dependiendo de cómo lo vea igual las cambio por algunas más potentillas. De momento están bien para ir probando.
Y ahora sí, ya está. Más fácil que hacer palomitas.
¡A tirar fotos de chorradas!
¡¡¡¡Huesitos Powah!!!!
… ¿¡¡QUÉ ES ESA HORRIBLE SOMBRA AZUL EN MI FOTO!!? ò_Ó Culpa del nexus… v_v
Qué mona y qué morada es
Un boli morado que escribe negro. Joé, aquí sí que se nota ese PEDAZO DE PUNTACO azul…
Cómo reflejan… así podéis ver la caja por dentro xD
Tendré que enredar un poco con el Vignette y buscar unos ajustes que minimicen esa sombra azul. Pero bueno, me parece un buen comienzo!! :D
Una de las cosas que me gusta siempre tener junto a mi escritorio es una corchera. Allí suelo pinchar el calendario, recordatorios… De todo un poco.
Haciendo una de las compras iniciales para el piso, me encontré con cuatro láminas de corcho que se podían pegar a la pared mediante unas almohadillas. Yo toda feliz me puse a pegarlas con alegría… Sin embargo, la felicidad me duró poco.
Debido a los cambios de temperatura y humedad (que aquí en Zaragoza son extremos), cuando regresé a casa al día siguiente, una de las láminas se había suicidado dejando en la pared un par de trozos suyos.
Intentando arreglar el desaguisado, me llevé detrás de una de las almohadillas un buen pedazo de pintura de la pared… La frustración fue mediana. No podía quitarlo todo y mandarlo al traste porque me llevaba la pared detrás, y no veía una manera maja de arreglarlo. Así que hice lo que pude… Con unos cuantos tornillos aseguramos los corchos a la pared (esa pared se agujerea con pensarlo, da miedo!!), y con unas chinchetas disimulé el tornillo, en algunos casos con mejor tino que en otros.
Las Losetas
Mis losetas recién puestas… más majas
Al dia siguiente…. OH NOES :_
Apañando la tornillería
Corcho con cicatrices
Resultado final… ¡ahora a llenarla!
En cuanto a la plancha suicida, hubo que curarla con unos trozos de una cinta blanca adhesiva. No es muy bonito pero… por lo menos es funcional.
Por cierto, el Washi Tape no se pega al corcho. Una pena se me ocurrió que podía dar uso a mi colección para poner maja la corchera y no. Quizás usando papel blanco como marco y pegando encima la cinta… humm… interesante. Ya tengo otra idea :)