Unos días después de presentar el PFC y habiendo empezado la búsqueda de empleo, mi tutor me dijo una frase que se ha mantenido desde entonces en mi cabeza haciendo «runrún»:
Sobre todo, dale valor al tiempo que estés buscando trabajo.
Lo que significa esto es que no me quede parada: que haga cursos, que aprenda y haga cosas que luego se puedan poner en el currículum. Por lo que ha aparecido en este blog desde entonces podría decirse que mucho caso no le he hecho (¿qué tienen que ver las libretas y las manualidades en general con la Ingeniería Informática?), pero no sería del todo cierto. Un poco sí, lo reconozco, pero no del todo.
El mes pasado estuve alrededor de una semanita aprendiendo lo básico del diseño de aplicaciones para Android, y tuve una idea de una aplicación que podría hacer para ponerlo en práctica. La idea en cuestión ya la comentaré cuando se pueda enseñar algo de la app, de momento es una maqueta tras otra. Lo malo es que el tema del desarrollo en Android se me hizo un poco cuesta arriba y hasta ayer no lo retomé.
He redefinido un poco el proyecto y lo he simplificado a algo más manejable, que luego pueda expandir hacia la idea inicial. Espero…
Sin embargo, el estudio de Android por mi cuenta me parece poco, así que he estado pensando también en el tema de los idiomas. En la ESO tuve la suerte de tener una magnífica profesora de inglés, nunca me cansaré de decirlo: Pepita Durán, eres mi héroa (tanto que prácticamente he vivido de las rentas durante todo lo que duró el bachillerato y hasta hoy). Junto con la manía de ver series en inglés subtituladas en inglés, mal no me defiendo y me voy manteniendo con poco óxido. Pero claro, no he pisado una academia/escuela de idiomas en mi vida, y sieeempre miran en el currículum si tienes algún idioma… con titulito. Porque nadie se fía de ti, de primeras, así que a mí me da la sensación que es como una especie de barrera/filtro. Hoy salen las listas de la EOI de Zaragoza, y si han quedado plazas vacantes (¡JA! ¿En inglés? ¡Lo dudo!). De todos modos tendría que acercarme e informarme de qué tendría que hacer para entrar. Otra cosa es pegarme una empollada/repaso de la gramática por mi cuenta y luego presentarme por libre cuando hagan convocatoria. Es cuestión de pensarlo un poco.
Lo que está claro es que, por lo menos hasta que encuentre una empresa que me quiera (*snif*) tengo que dispersarme menos e intentar hacer más cosas ingenieriles.
Hay que darle valor al tiempo. Haciendo cosas-no-relacionadas el tiempo tiene valor para mí, porque me divierto un montón y me gusta hacer cosas tangibles (y más si tienen que ver con papeles, tintas… soy una loca de la papelería en general), pero al fin y al cabo no he estado matándome con la carrera todos estos años para investigar sobre encuadernación o enredar con las arcillas poliméricas.
Quizás algún día encuentre la manera de juntar los dos mundos. Algún día.
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