Hoy me he levantado con poquitas ganas de hacer cosas… pero ya han sido más que ayer!
Para empezar, he continuado leyendo y probando cosas del Android training, pero después de comer he llegado ya al punto de saturación (es decir, tener que leer varias veces el mismo párrafo para coscarte de lo que te están contando)
He decidido tomarme un descanso y, así de manera random, he cogido la cajita donde guardo los pendientes y similares. La he volcado sobre la mesa. Entre toda la furrufalla, ha aparecido un conjunto de esos que me regalaron una vez y me duró puesto 3 minutos por la alergia que me dio el metal:

Como no me lo iba a poner más, se me ha ocurrido quitarle los pegotes de cuero y ¡oh sorpresa! había dibujos debajo…

He pensado «qué lástima, me gustan más los pendientes así, sin el cuero». Acto seguido mi neurona achicharrada por el bochorno veraniego ha reaccionado y se ha acordado de que, en el pedido que hice hace tiempo a PendientesChulos, había una muestra de ganchitos para pendientes (de plata y de no-plata, para mirar si me daban alergia o no). Hace unos días ya probé que los ganchitos de no-plata no me hacía alergia como los de estos pendientes que os he enseñado (quizás tienen menos cantidad de níquel?) pero aún así acababa notando molestia y poco a poco se me hinchaba un poquito el lóbulo de la oreja. Así que me he arremangado puesto manos a la obra, he cogido los alicates, el hilo de alpaca, los enganches de plata de verdad y un par de tubitos de otros pendientes que no usaba y les he hecho una restauración en toda regla.
Soy una pena con los alicates, pero tras unos cuantos esfuerzos y destrozos de la plata (que es muy blandita y se me ha deformado un poco T_T) ha quedado la cosa tal que así:

Los pendientes «remozados» están en fase de prueba ahora mismo. A ver qué tal aguantan :D